Colocamos el cono o portafiltro sobre la taza o jarra en la que vas a servir el café. En el interior, colocar con cuidado el filtro y proceder a lavarlo con agua a 92ºC para eliminar cualquier impureza que pueda haber en él. Desechamos este líquido.

Añadimos el café al filtro y comprobamos que no se amontona. Debe estar distribuido uniformemente.

Echamos agua en el centro del cono, y dibujamos pequeños círculos con la tetera para remojar todo el café. No debemos inundarlo, solo hidratarlo. Intentamos no mojar el filtro.

Después de 20 segundos de espera, volvemos a verter agua sobre el filtro en círculos más amplios, evitando mojar el filtro.

Usa una espátula para evitar que el café se pegue a los lados del filtro. Remueve con cuidado hasta que el café llegue al fondo del cono.

Añadimos agua hasta que el nivel de la misma sea de un dedo, aproximadamente, hasta el borde del filtro y esperamos.

Es el turno de la filtración, debemos esperar a que el goteo sea muy esporádico y, en ese momento, retirar el filtro del cono V60.

Retire el cono y revuelva suavemente el contenido de la taza.